Tawhid

El profeta que invitó a los Hijos de Israel, cristianos y politeístas a la religión de Abraham: el Profeta Muhammad. El Corán, el libro que confirma y confirma la Torá y el Evangelio anterior.

La verdad que no se nos dice
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Surenname Vers
Bakara102. Han seguido lo que los demonios contaban bajo el dominio de Salomón. Salomón no dejó de creer, pero los demonios sí, enseñando a los hombres la magia y lo que se había revelado a los os ángeles, Harut y Marut, en Babel. Y éstos no enseñaban a nadie, que no dijeran que sólo eran una tentación y que, por tanto, no debía dejar de creer. Aprendieron de ellos cómo dividir a un hombre de su esposa. Y con ello no dañaban a nadie sino autorizados por Alá. Aprendieron lo que les dañaba y no les aprovechaba, sabiendo bien que quien adquiría eso no iba a tener parte en la otra vida. ¡Qué mal negocio han hecho! Si supieran...
Bakara103. Si hubieran creído y temido a Alá, la recompensa de Éste habría sido mejor. Si supieran...
Enbiyâ78. Y a David y Salomón. Cuando dictaron sentencia sobre el sembrado en que las ovejas de la gente se habían introducido de noche. Nosotros fuimos testigos de su sentencia.
Enbiyâ79. Hicimos comprender a Salomón de qué se trataba. Dimos a cada uno juicio y ciencia. Sujetamos, junto con David, las montañas y las aves para que glorificaran. Nosotros hicimos eso.
Enbiyâ80. Le enseñamos a elaborar cotas de malla para vosotros, para que os protegieran de vuestra propia violencia. ¿Ya lo agradecéis?
Enbiyâ81. Y a Salomón el ventarrón, que sopla, a una orden suya, hacia la tierra que hemos bendecido. Lo sabemos todo...
Enbiyâ82. De los demonios, había algunos que buceaban para él y hacían otros trabajos. Nosotros les vigilábamos.
Neml15. Dimos ciencia a David y a Salomón. Y dijeron: «¡Alabado sea Alá, que nos ha preferido a muchos de Sus siervos creyentes!»
Neml16. Salomón heredó a David y dijo: «¡Hombres! Se nos ha enseñado el lenguaje de los pájaros y se nos ha dado de todo. ¡ Es un favor manifiesto!»
Neml17. Las tropas de Salomón, compuestas de genios, de hombres y pájaros, fueron agrupadas ante él y formadas.
Neml18. Hasta que, llegados al Valle de las Hormigas, una hormiga dijo: «¡Hormigas! ¡Entrad en vuestras viviendas, no sea que Salomón y sus tropas os aplasten sin darse cuenta!»
Neml19. Sonrió al oír lo que ella decía y dijo: «¡Señor! ¡Permíteme que Te agradezca la gracia que nos has dispensado, a mí y a mis padres! ¡Haz que haga obras buenas que Te plazcan! ¡Haz que entre a formar parte, por Tu misericordia, de Tus siervos justos!»
Neml20. Pasó revista a los pájaros y dijo: «¿Cómo es que no veo a la abubilla? ¿O es que está ausente?
Neml21. He de castigarla severamente o degollarla, a menos que me presente, sin falta, una excusa satisfactoria».
Neml22. No tardó en regresar y dijo: «Sé algo que tú no sabes, y te traigo de los saba una noticia segura.
Neml23. He encontrado que reina sobre ellos una mujer, a quien se ha dado de todo y que posee un trono augusto.
Neml24. He encontrado que ella y su pueblo se postran ante el sol, no ante Alá. El Demonio les ha engalanado sus obras y, habiéndoles apartado del camino, no siguen la buena dirección,
Neml25. de modo que no se prosternan ante Alá, Que pone de manifiesto lo que está escondido en los cielos y en la tierra, y sabe lo que ocultáis y lo que manifestáis.
Neml26. Alá, fuera del Cual no hay otro dios, es el Señor del Trono augusto».
Neml27. Dijo él: «Vamos a ver si dices verdad o mientes.
Neml28. Lleva este escrito mío y échaselo. Luego, mantente aparte y mira qué responden».
Neml29. Dijo ella: «¡Dignatarios! Me han echado un escrito respetable.
Neml30. Es de Salomón y dice: '¡En el nombre de Alá el Compasivo el Misericordioso!
Neml31. ¡No os mostréis altivos conmigo y venid a mí sumisos!'»
Neml32. Dijo ella: «¡Dignatarios! ¡Aconsejadme en mi asunto! No voy a decidir nada sin que seáis vosotros testigos».
Neml33. Dijeron: «Poseemos fuerza y poseemos gran valor, pero a ti te toca ordenar. ¡Mira, pues, qué ordenas!»
Neml34. Dijo ella: «Los reyes, cuando entran en una ciudad, la arruinan y reducen a la miseria a sus habitantes más poderosos. Así es como hacen.
Neml35. Yo, en cambio, voy a enviarles un regalo y ver con qué regresan los enviados».
Neml36. Cuando llegó a Salomón. dijo: «¿Queréis colmarme de hacienda? Lo que Alá me ha dado vale más que lo que él os ha dado. No, sino que sois vosotros quienes están contentos con vuestros regalos.
Neml37. ¡Regresa a los tuyos! Hemos de marchar contra ellos con tropas a las que no podrán contener y hemos de expulsarles de su ciudad, abatidos y humillados».
Neml38. Dijo él: «¡Dignatarios! ¿Quién de vosotros me traerá su trono antes de que vengan a mí sumisos?»
Neml39. Uno de los genios, un ifrit, dijo: «Yo te lo traeré antes de que hayas tenido tiempo de levantarte de tu asiento. Soy capaz de hacerlo, digno de confianza».
Neml40. El que tenía ciencia de la Escritura dijo: «Yo te lo traeré en un abrir y cerrar de ojos». Cuando lo vio puesto junto a sí, dijo: «éste es un favor de mi Señor para probarme si soy o no agradecido. Quien es agradecido, lo es en realidad, en provecho propio. Y quien es desagradecido... Mi Señor Se basta a Sí mismo, es generoso».
Neml41. Dijo: «¡Desfiguradle su trono y veremos si sigue la buena dirección o no!»
Neml42. Cuando ella llegó, se dijo: «¿Es así su trono?» Dijo ella: «Parece que sí». «Hemos recibido la ciencia antes que ella. Nos habíamos sometido.
Neml43. Pero lo que ella servía, en lugar de servir a Alá, la ha apartado. Pertenecía a un pueblo infiel».
Neml44. Se le dijo: «¡Entra en el palacio!» Cuando ella lo vio, creyó que era un estanque de agua y se descubrió las piernas. Dijo él: «Es un palacio pavimentado de cristal». Dijo ella: «¡Señor! He sido injusta conmigo misma, pero, como Salomón, me someto a Alá, Señor del universo».
Sebe'10. Dimos a David un favor Nuestro: «¡Montañas! ¡Resonad acompañándole, y vosotros también, pájaros!» Por él, hicimos blando el hierro.
Sebe'11. «¡Fabrica cotas de malla y mide bien la malla!» ¡Obrad bien! Yo veo bien lo que hacéis.
Sebe'12. A Salomón el viento, que por la mañana hacía el camino de un mes y por la tarde de otro mes. Hicimos manar para él la fuente de bronce fundido. De los genios, algunos trabajaban a su servicio, con permiso de su Señor. Al que hubiera desobedecido Nuestras órdenes, le habríamos hecho gustar el castigo del fuego de la gehena.
Sebe'13. Le hacían todo lo que él quería: palacios, estatuas, calderos grandes como cisternas, firmes marmitas. ¡Familiares de David, sed agradecidos! Pero pocos de Mis siervos son muy agradecidos.
Sebe'14. Y cuando decretamos su muerte, no tuvieron más indicio de ella que la carcoma, que se puso a roer su cayado. Y, cuando se desplomó, vieron claramente los genios que, si hubieran conocido lo oculto, no habrían permanecido tanto tiempo en el humillante castigo.
Sâd17. Ten paciencia con lo que dicen y recuerda a Nuestro siervo David, el fuerte. Su arrepentimiento era sincero.
Sâd18. Sujetamos, junto con él, las montañas para que glorificaran por la tarde y por la mañana.
Sâd19. Y los pájaros, en bandadas. Todo vuelve a Él.
Sâd20. Consolidamos su dominio y le dimos la sabiduría y la facultad de arbitrar.
Sâd21. ¿Te has enterado de la historia de los litigantes? Cuando subieron a palacio.
Sâd22. Cuando entraron adonde estaba David y éste se asustó al verles. Dijeron: «¡No tengas miedo! Somos dos partes litigantes, una de las cuales ha ofendido a la otra. Decide, pues, entre nosostros según justicia, imparcialmente, y dirígenos a la vía recta.
Sâd23. éste es mi hermano. Tiene noventa y nueve ovejas y yo una oveja. Dijo: '¡Confíamela!' Y me gana a discutir».
Sâd24. Dijo: «Sí, ha sido injusto contigo pidiéndote que agregaras tu oveja a las suyas». En verdad, muchos consocios se causan daño unos a otros; no los que creen y obran bien, pero ¡que pocos son éstos! David comprendió que sólo habíamos querido probarle y pidió perdón a su Señor. Cayó de rodillas y se arrepintió.
Sâd25. Se lo perdonamos y tiene un sitio junto a Nosotros y un bello lugar de retorno.
Sâd26. ¡David! Te hemos hecho sucesor en la tierra. ¡Decide, pues, entre los hombres según justicia! ¡No sigas la pasión! Si no, te extraviará del camino de Alá. Quienes se extravíen del camino de Alá tendrán un severo castigo. Por haber olvidado el día de la Cuenta.
Sâd27. No hemos creado en vano el cielo, la tierra y lo que entre ellos está. Así piensan los infieles. Y ¡ay de los infieles, por el Fuego...!
Sâd28. ¿Trataremos a quienes creen y obran bien igual que a quienes corrompen en la tierra, a los temerosos de Alá igual que a los pecadores?
Sâd29. Una Escritura que te hemos revelado, bendita, para que mediten en sus aleyas y para que los dotados de intelecto se dejen amonestar.
Sâd30. A David le regalamos Salomón. ¡Qué siervo tan agradable! Su arrepentimiento era sincero.
Sâd31. Cuando un anochecer le presentaron unos corceles de raza.
Sâd32. Y dijo: «Por amor a los bienes he descuidado el recuerdo de mi Señor hasta que se ha escondido tras el velo.
Sâd33. ¡Traédmelos!» Y se puso a desjarretarlos y degollarlos.
Sâd34. Aún probamos a Salomón cuando asentamos en su trono a su sosia. Luego, se arrepintió.
Sâd35. «¡Señor!» dijo. «¡Perdóname y regálame un dominio tal que a nadie después de mí le esté bien. Tú eres el Munífico».
Sâd36. Sujetamos a su servicio el viento, que soplaba suavemente allí donde él quería, a una orden suya.
Sâd37. Y los demonios, constructores y buzos de toda clase,
Sâd38. y otros, encadenados juntos.
Sâd39. «¡Esto es don Nuestro! ¡Agracia, pues, o retén, sin limitación!»
Sâd40. Tiene un sitio junto a Nosotros y un bello lugar de retorno.
Sâd41. ¡Y recuerda a nuestro siervo Job! Cuando invocó a su Señor. «El Demonio me ha infligido una pena y un castigo».
Sâd42. «¡Golpea con el pie! Ahí tienes agua fresca para lavarte y para beber».
Sâd43. Le regalamos su familia y otro tanto, como misericordia venida de Nosotros y como amonestación para los dotados de intelecto.
Sâd44. Y: «¡Toma en tu mano un puñado de hierba, golpea con él y no cometas perjurio!» Le encontramos paciente. ¡Qué siervo tan agradable! Su arrepentimiento era sincero.